Muchas son las empresas y pymes que ya están comprobando las múltiples ventajas de haber lanzado su negocio online: ahorro en costes de distribución al tiempo que se está disponible las 24 horas del día, apertura a nuevos mercados tras el análisis de las visitas a la Web, mejor reconocimiento de marca, menor costo y diversificación de los esfuerzos publicitarios, y el aumento del número de pedidos y ventas que debe de ser el objetivo principal de toda tienda online.
En este punto es interesante tener muy en cuenta donde está nuestro cliente o e-cliente. Por un lado, Google, buscador más utilizado para realizar consultas en Internet, nos aconseja una y otra vez que nos situemos en sus páginas de resultados, ya sea como resultados naturales a las consultas realizadas por nuestros potenciales clientes, o dentro de los resultados de pago, después de haber creado una campaña de anuncios patrocinados.
Si es muy aconsejable seguir los consejos de Google y desarrollar nuestro proyecto web en base a la aparición entre los resultados más favorecidos de este buscador, no deberíamos de obviar el comportamiento del consumidor online, o e-consumer. Nuestro potencial cliente utiliza cada vez más el teléfono móvil, sobre todo del tipo smartphone, para realizar consultas en Internet, ver un video en Youtube, conectarse a Twitter y Facebook, incluso para realizar compras. Podemos hablar entonces de mobile commerce o m-commerce, para referirnos a la creciente tendencia de adquirir productos a través de nuestro móvil.
A partir de este momento, se trata no sólo de tener una presencia online para el usuario y posible cliente que realiza búsquedas desde casa, y que se decide a comprar un cierto producto después de haber consultado diversas tiendas online, comparadores de precios e incluso las opiniones de otros consumidores. El canal del venta online se amplía al móvil y al modo que tienen los usuarios de utilizarlo: en cualquier lugar y en cualquier momento.
Algunas recomendaciones básicas de usabilidad para cualquier e-commerce son aplicables al m-commerce, como un diseño sencillo de la ficha del producto, el acortar el número de clicks hasta introducir el producto en el carrito de compra o solicitar al cliente los datos básicos para la adquisición del producto. Sin embargo, debemos adaptar también el escaparate y caja registradora de nuestro comercio online al formato del smartphone, mejorando la visualización de las secciones más importantes como la descripción del producto o facilitando la navegación por nuestro sitio a través de un menú más sencillo y adaptado a nuestro dedo pulgar.