La semana pasada Google publicó un nuevo análisis sobre cómo los distintos canales publicitarios afectan al usuario web y en qué medida son decisivos a la hora de llevarle a realizar una conversión o acción de valor en nuestra tienda online. Porque ante la decisión de compra online de un producto un usuario ha sido impactado tanto offline como online y porque depende del tipo y necesidad del producto, la decisión de compra puede ser inmediata o llevarse a cabo en nuestro e-commerce después de un proceso de investigación por Internet.
El valor de las Redes Sociales ante la decisión de compra de un producto
Por su claro valor en Internet, Google ha mejorando en el último año el seguimiento de las visitas que proceden de Redes Sociales como Facebook, Twitter, Google +, etc. disponiendo una sección (Fuentes de Tráfico->Social) donde se puede analizar con profundidad la URL compartida y Red Social que más visitas proveyó, además del valor en conversiones que cada fuente social aportó a nuestro e-commerce. Es muy importante tener presente el canal social ya que durante el proceso total de compra, un usuario seguramente ha estado expuesto a impactos de la marca por comentarios de amigos en Facebook, videos compartidos en Youtube, etc. que han podido respaldar la decisión final hacia dicha marca. Analicemos ahora el resto de canales.
Según dicho estudio lo primero que debemos tener en cuenta son los distintos canales que toman partido e influencian al usuario web antes de realizar una conversión, y en qué momento del proceso de compra jugaron un papel que llevó al cliente a la conversión en nuestro sitio web. Gracias a Google Analytics podemos medir y hacer seguimiento de las conversiones que proceden de buscadores, ya sea por tráfico orgánico que nos visita después de hacer consultas en Internet en los distintos buscadores, o tráfico de pago procedente de campañas de pago por clic en Google Adwords. También podemos hacer seguimiento de las conversiones en nuestra tienda online de los que han tecleado directamente nuestro dominio en el navegador, o tráfico directo, y de las que proceden de otros sitios web donde hay un enlace que los ha conducido a nuestra web, como Redes Sociales y otros páginas web.
Dependiendo del sector en el que nos encontremos (hostelería, viajes, tecnología, educación, etc.) un usuario antes de completar una transacción online o una conversión de valor, recorre un proceso en el que va conociendo el producto en sí, madurando su necesidad, comparando entre distintas marcas antes de completar la compra. Por esta razón mientras que unos canales tienen más valor en los primeros momentos del proceso de compra, otros son los protagonistas de la última interacción si bien se vieron apoyados por los primeros.
Normalmente un usuario comienza a ser consciente de la existencia de nuestro producto por impactos gráficos en Redes Sociales o en otros sitios web que visita mientras navega, como YouTube por ejemplo, pasando a buscar directamente la marca o a teclear el nombre del sitio web justo para realizar su compra. La duración del proceso de la compra online desde el conocimiento de la existencia de dicho producto hasta la decisión de compra también depende del tipo de producto en sí. Por ejemplo, en la adquisición de un billete de avión en Estados Unidos el 86% de las ventas online se realizan en el mismo día de la consulta en Internet, mientras que en el sector sanitario el porcentaje a penas supera el 60%.