Internet resulta un medio muy versátil para dar a conocer todo tipo de empresas: grandes firmas de lujo y moda conviven con marcas poco conocidas dentro de las páginas de resultados de Google. Las marcas de lujo defienden el valor de sus productos y aseguran sus ventas por todo lo que envuelve la marca en sí: calidad de la materia prima, su saber hacer, el tipo de elaboración, su historia, etc. y se centran en ofrecer una experiencia de usuario offline como valor añadido a la adquisición del producto en sí. Sin embargo su presencia online suele estar bastante descuidada, tanto que pueden perder el valor como marca exclusiva que tienen en el mundo físico, y convertirlas para el nuevo consumidor 2.0 en una marca común.
Ejemplos low-cost de experiencia de usuariopara marcas de lujo
1. La primera experiencia de usuario a corregir para cualquier empresa que venda un producto de lujo o exclusivo es asegurar su presencia online en el canal adecuado en el que se encuentra su cliente. En este caso, tener una web adaptada a smartphones y tables es básico ya que este tipo de dispositivos móviles es el más utilizado y con diferencia para este tipo de clientes. Además, el uso de la programación en flash hace totalmente invisibles estas páginas desde la navegación con smartphones.
2. Cuando un usuario busca información sobre productos y bienes de consumo, como ropa, cosméticos, incluso hoteles, etc. es posible que esté pensando en una marca concreta o en un producto cualquiera. No obstante, una descripción pobre o indadecuada bajo el enlace a la web de dicha marca puede hacerle visitar otra web que también aporte información interesante dentro de los resultados de búsqueda. En el ejemplo de más abajo, bajo el enlace a la web oficial de Tom Ford la descripción desanima a pinchar y acceder a la página.
3. Descuidar la navegación por el catálogo de productos de lujo y la paginación suele ser algo típico de este tipo de empresas y marcas de alta gama, que olvidan que el trato exquisito que recibe su cliente en las tiendas físicas debe ser imitado en su tienda online. Pongamos por ejemplo el catálogo online de Chanel, al que accedemos al clicar «pret-a-porter» para encontrar una especie de numeración. Sólo clicando sobre cada pequeño número los distintos modelos van pasando delante nuestra. Al clicar sobre ellos, el modelo de la colección de ropa se agranda para ver en detalle pero parecen perseguir el movimiento del ratón.
Obviamente para las marcas de lujo y de productos de alta gama, la experiencia online de usuario y la usabilidad de sus webs corporativas no es lo más preocupante pero debería de considerarse ya que cada vez más consumidores se informen online antes de realizar una compra física, incluso dentro del propio establecimiento de la marca, como ya mencionamos.